El pago en metálico no puede superar los dos mil quinientos euros. Es el límite al pago efectivo que, tanto empresas, como particulares deben tener en cuenta desde 2012, momento en que se publicó la Ley 7/2012 que así lo establecía. Esta limitación permanece inalterable ya que, a pesar de que, al iniciar el año 2017 el Gobierno se planteó imponer nuevas medidas, rebajando en mil quinientos euros este límite al pago efectivo que se estaba aplicando, al final la propuesta no evolucionó.
No obstante, existe una excepción que se aplica a personas físicas no residentes en España, en cuyo caso, el límite se fija en los quince mil euros, siempre que sus actuaciones sean de índole particular y nunca profesional.
El límite al pago en efectivo responde a razones de control. Todas las transacciones que se llevan a cabo empleando una tarjeta de crédito o recurriendo a entidades financieras que actúan como intermediarias pueden ofrecer una garantía, la del seguimiento.
Sin embargo, en el momento en que no existe la vía telemática, se puede perder el rastro del dinero. Esa falta de control y la dificultad de monitorizar la veracidad de los pagos efectuados en las compraventas y contratos de servicios entre empresas y particulares son las que han motivado esta resolución.
Con el límite al pago en efectivo se busca evitar las economías sumergidas y se intenta dar un impulso a las contribuciones.
Al limitar la cantidad que puede abonarse en metálico se reduce en gran medida el fraude fiscal, puesto que ya es más complicado emitir facturas sin IVA, por ejemplo.
El límite al pago en efectivo afecta a las transacciones por importe superior a dos mil quinientos euros. Esto significa que:
Siempre y cuando la gestión esté centralizada, como puede conseguirse con soluciones como Corporate, por ejemplo, el pago con tarjeta es fuente de beneficios para el negocio.
Evitar el efectivo conduce a una gestión más sencilla, a evitar errores y a minimizar el riesgo de incumplimiento normativo. Además, al pagar con tarjeta y disfrutar de un sistema que centralice todas las facturas se facilitan procesos como el de desgravarse el IVA y mejora en gran medida la planificación contable del negocio.
¿Todavía se usan las monedas y billetes en tu empresa? Aprovecha el límite al pago en efectivo para avanzar hacia un sistema de gestión de facturas más inteligente y cómodo.