La integración de equipos de trabajo nos permite ser más productivos y trabajar de forma más coordinada y eficiente con el resto del equipo. En este artículo te contamos 6 técnicas clave que te ayudarán a conseguirlo.
La integración de equipos de trabajo es una disciplina formada por diferentes técnicas cuyo objetivo fundamental es crear grupos de trabajo más unidos y, con ello, más eficientes y productivos. Se aplica principalmente al ámbito laboral, pero también puede ser útil en el caso de equipos deportivos o, sencillamente, equipos de personas que llevan a cabo una tarea en común.
Contar con un equipo de trabajo unido y donde el compañerismo es la tónica general es muy importante. De hecho, su importancia no se limita únicamente al aspecto productivo, sino que se traduce en empleados más satisfechos con su puesto de trabajo. Esto, a su vez, implica una menor rotación de los puestos de trabajo y una mayor retención de talento en la empresa.
Algunas técnicas que nos ayudan a desarrollar la integración de los equipos de trabajo en el entorno laboral son las siguientes:
Una de las formas de fomentar la integración de equipos de trabajo es buscar de forma activa a personas que presenten afinidad con la cultura empresarial y con el equipo de trabajo donde se van a integrar. Este proceso empieza en la propia selección de personal para, a continuación, completarlo con la contratación de la persona más adecuada.
La integración de equipos de trabajo se debe llevar a cabo desde el primer día en el que tiene lugar la nueva integración. Por ello, es importante que el recibimiento del nuevo empleado sea afectuoso y que, sobre todo, cuente con un mentor que sea su punto de referencia ante cualquier posible duda o cuestión en el nuevo entorno de trabajo.
Uno de los principales objetivos del trabajo en equipo pasa por aprovechar las fortalezas de cada persona para minimizar el impacto de sus debilidades. Cada persona es mejor en una cosa u otra. Distribuir las tareas acorde a las fortalezas naturales de cada empleado ayuda a que el equipo funcione de forma más ágil y que los trabajadores sientan que su labor cumple una función destacada.
Además de ser la vía para obtener un salario, el trabajo es uno de los lugares donde se pasa más tiempo y donde se tiene mayor interacción social a lo largo del día. En este sentido, es esencial fomentar acciones y actividades que desarrollen el sentido de pertenencia, tanto a la empresa como al propio equipo de trabajo. Facilitar la conciliación de la vida familiar y la vida laboral ayuda a que los trabajadores se puedan integrar mejor en sus equipos de trabajo.
Marcar los objetivos de cada trabajador es fundamental para el buen desarrollo de cualquier actividad y, en un entorno laboral, todavía más. Esto no solo permitirá a los trabajadores llevar a cabo su labor de una forma más eficiente y directa, sino que también fomentará un buen ambiente de trabajo y evitará muchos conflictos laborales.
Finalmente, otra de las técnicas que más pueden ayudar a la integración de equipos de trabajo es crear canales de comunicación concretos entre los miembros. Por ejemplo, una reunión de todo el equipo al comenzar la semana es un buen punto de partida. Además, si este canal de comunicación se fortalece con reuniones individuales en las que se puede hablar claramente de las preocupaciones y cuestiones laborales de cada miembro, será todavía mejor.
Usando determinadas técnicas, la integración de equipos de trabajo es mucho más sencilla de lo que puede parecer en un principio. De esta forma, se mejorará la unidad y el sentido de pertenencia a un mismo grupo, lo que se traducirá en un mejor ambiente laboral y en empleados más productivos y felices.