Los indicadores financieros son métricas que miden la eficiencia y la evolución de una empresa. Sus resultados marcan las decisiones que se toman en la compañía, por lo que cumplen un papel fundamental en la evolución empresarial.
Los indicadores financieros, también denominados ratios financieros, son herramientas que permiten analizar el estado de una empresa. De este modo, se puede conocer si la gestión de la empresa está siendo buena o mala, así como en qué departamentos o áreas de la compañía está siendo correcta o incorrecta.
Un indicador financiero es una métrica. Es un dato verificable que puede ser cualitativo o cuantitativo, y que se obtiene a través de una proporción, relación o cociente de valores de dos conceptos.
Tal y como explica la directora financiera de Edenred, los indicadores financieros miden la eficiencia de la empresa y son siempre muy útiles para ver su evolución y dar soporte a las decisiones que se toman. Además, hay que tener en cuenta que existen distintos indicadores financieros que van a aportan información concreta y diferenciada sobre la compañía. Por ello, según la información que queramos conocer, interesará utilizar un tipo u otro.
Aunque son muchos los indicadores o ratios financieros que se pueden usar, existen cuatro que son indispensables en toda empresa.
Para analizar los ratios o indicadores financieros se requiere de un equipo humano que sepa interpretar los indicadores correctamente. Además, este equipo debe ser capaz de renovarlos en el caso de que cambie la realidad de la compañía, o en el caso de que la evolución futura del mercado nos lleve a conclusiones distintas.
El perfil profesional debe ser el de una persona habituada a trabajar con datos y amante del rigor. Sobre todo, debe ser una persona con una mente abierta y que no descarte ningún tipo de escenario, por muy remoto que parezca.
En la coyuntura actual, la gestión y el control de costes es indispensable en toda organización. De hecho, de su control depende en buena medida la capacidad de la empresa para adaptarse a los diferentes tiempos de la economía. Por ello, es esencial para que no acabe sobredimensionada y termine desapareciendo por no tener una estructura de coste flexible. Es decir, se trata de un elemento clave a la hora de garantizar la supervivencia y continuidad de la compañía, por lo que es importante destinar los recursos necesarios a su ejecución y consolidación.