11 de octubre de 2024

De Boomers a Centennials: cómo impacta la diversidad generacional en la cultura organizacional

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En la actualidad, los espacios de trabajo están compuestos por una mezcla vibrante de cuatro generaciones que coexisten y colaboran entre sí: Baby Boomers, Generación X, Millennials y Centennials. Cada una de ellas tiene sus características y perspectivas particulares, y entre todas conforman un mosaico generacional que influye profundamente en la cultura organizacional. Este cruce, si se gestiona adecuadamente, puede ser una poderosa combinación de dinamismo para las empresas.

¿Quién es quién en las generaciones de talento?

Es importante entender que cada una de estas generaciones ha sido moldeada por diferentes contextos históricos, sociales y tecnológicos, lo que influye en sus valores, expectativas y formas de trabajar. Empecemos por delimitarlas:

  • Baby Boomers: nacidos entre 1946 y 1964. Son los hijos de la posguerra y han vivido grandes cambios socioculturales. Nacieron y crecieron en un mundo enteramente analógico, y han hecho un arduo trabajo de adaptación a la era digital. Se caracterizan por su lealtad y compromiso con las organizaciones.
  • Generación X: nacidos entre 1965 y 1980. Crecieron principalmente en un mundo analógico, pero fueron los primeros que tuvieron contacto con lo digital. Son independientes y, en la actualidad, buscan trabajos que ofrezcan seguridad y estabilidad para sus familias.
  • Millennials: nacidos entre 1981 y 1996. Son aquellos que vivieron la transición digital. Se caracterizan por su adaptabilidad y dinamismo en los entornos de trabajo.
  • Centennials (o Generación Z): nacidos a partir de 1997. Son nativos digitales. Suelen buscar empresas que generen un impacto positivo en la sociedad y tienen menos reparos en cambiar de trabajo.

Aportes de cada generación en los espacios de trabajo

La mezcla de generaciones en el lugar de trabajo puede ser una ventaja significativa para las organizaciones, ya que cada una, con su recorrido particular, aporta una perspectiva diferente. Los Baby Boomers y la Generación X representan hoy a los profesionales senior dentro de las organizaciones y suelen aportar una vasta experiencia y una comprensión profunda de la industria en la que trabajan. Su conocimiento y habilidades han sido perfeccionados a lo largo de décadas, lo que les permite abordar problemas complejos con una perspectiva basada en la experiencia.

Por su parte, los millennials y los centennials aportan una visión fresca y una gran capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías. Son fuente de innovación: su familiaridad con el mundo digital y su capacidad para trabajar en entornos colaborativos y ágiles los convierte en agentes de cambio valiosos dentro de las organizaciones.

Esta combinación entre la sabiduría y la experiencia de los profesionales senior con la innovación y la adaptabilidad de los talentos más jóvenes crea un entorno dinámico caracterizado por la multiplicidad de miradas. Un cruce intergeneracional puede generar soluciones más integrales a los desafíos empresariales, aprovechando las fortalezas de cada grupo de edad.

Desafíos de la diversidad generacional

Sin embargo, la gestión de la diversidad generacional no está exenta de desafíos. El 70 % de las empresas españolas considera que una mala gestión de la brecha intergeneracional puede afectar negativamente al desarrollo de su actividad[1] y el 84 % de ellas ha implantado medidas para combatir las dificultades derivadas de la edad entre equipos[2]. Entre los principales retos se encuentran: el romper con la brecha digital entre los profesionales más longevos y los más jóvenes, motivar de forma continua y en simultáneo a todas las generaciones de la plantilla y la integración entre las diferentes generaciones.

Las diferencias en valores, expectativas y estilos de trabajo pueden generar conflictos si no se manejan adecuadamente. Un Millennial busca que su voz sea tomada en cuenta en las decisiones empresariales, pero un Boomer puede sentir que se le resta respeto e importancia si no se tiene en consideración su experiencia. Para evitar esto, es crucial que las organizaciones implementen estrategias efectivas para gestionar la diversidad generacional.

Estas estrategias pueden incluir, por ejemplo, programas de mentoría inversa, donde los profesionales más jóvenes enseñan a los mayores sobre nuevas tecnologías, y los mayores comparten su experiencia y conocimientos con los más jóvenes. También es importante fomentar una comunicación abierta y respetuosa a través de programas de formación para sensibilizar a los equipos sobre la importancia de la diversidad generacional y cómo aprovecharla positivamente.

Impulsar un ambiente inclusivo y colaborativo donde todas las generaciones se sientan escuchadas y valoradas ayuda a conectar mejor con el talento, fortaleciendo los lazos entre compañeros. Esto no solo mejora la satisfacción laboral, sino que también tiene impacto significativo en el employee engagement. Cuando las empresas gestionan adecuadamente esta diversidad, contribuyen al bienestar general de los equipos y fortalecen el vínculo que tienen con la organización.



[1] https://www.grantthornton.es/sala-de-prensa/2023/el-70-de-las-empresas-espanolas-considera-que-una-mala-gestion-de-la-diversidad-generacional-afecta-negativamente-al-negocio/

[2] https://www.grantthornton.es/sala-de-prensa/2023/el-55-de-empresas-percibe-problemas-generacionales-en-sus-plantillas/

Edenred España

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