Una de las tareas más importantes para que tu negocio sea exitoso es rodearte de un buen equipo. Conseguirlo, por otro lado, no es tarea fácil ya que encontrar a las personas adecuadas requiere tiempo y esfuerzo.
El impacto de contar con un gran equipo afecta positivamente a muchos niveles de tu negocio: la calidad del servicio o producto, beneficios, reputación… Lo mismo ocurre si la elección ha sido mala.
Para conseguir hacer buenos fichajes para tu empresa debes contar con un proceso de selección de personal infalible. Aquí te damos algunas ideas que puedes incorporar a tu actual sistema de selección y que te ayudarán a detectar el talento más fácilmente.
Si sueles escribir un listado enorme de responsabilidades y requisitos en tus ofertas de trabajo, estarás ahuyentando a los empleados más cualificados. Según un estudio publicado por el Wall Street Journal, las descripciones breves son más atractivas.
Otro consejo, pon más foco en qué puede hacer la empresa por el potencial candidato y atraerás candidatos que encajarán mejor con tus necesidades.
Cuando llegue la hora de la entrevista, deja a un lado el currículum y trata de descubrir quién es la persona que tienes delante de ti. Cualquier habilidad puede adquirirse, pero la personalidad no.
Valora sus capacidades personales por encima de su experiencia. Y comprueba si esa persona trabajaría a gusto dentro de tu equipo actual.
Es decir, la empatía será mucho más importante para una enfermera que para un broker de bolsa.
El tipo de persona que contrates dependerá del trabajo, del equipo y de la cultura interna de la empresa. Si te equivocas, es probable que ese empleado no se sienta a gusto y no funcione a largo plazo.
Además de introducir su nombre en Google, echa a un vistazo a sus redes sociales. Te darán una pista de alguna de sus habilidades sociales, sobre todo si tienen un portfolio o un blog profesional.
Para bien o para mal, te dirán muchas cosas de tu candidato.
Un estudio realizado por Leadership IQ detectó que los fichajes que fracasan suelen tener que ver, normalmente, con una entrevista mal ejecutada.
El 82% de los 5.000 gerentes encuestados reconocieron que los entrevistadores se enfocaron en los temas equivocados, tuvieron poco tiempo y no contaban con la experiencia suficiente como para detectar ciertas señales negativas durante la entrevista.
En una entrevista no puedes sentarte y preguntar directamente al candidato si tiene algún problema o si es buena persona. Pero sí puedes hacer alguna pregunta que te dará alguna pista para que lo averigües por ti mismo.
Por ejemplo, si le preguntas a alguien por qué dejó su último trabajo y culpa a otra persona es importante que tires del hilo. Si continúa culpando a factores externos, quizás quieras buscar a otro candidato.
El cuestionario de una entrevista es especialmente revelador, si sabes hacerlo bien.
Permitir que tomen la palabra durante la entrevista y que saquen a la luz las preguntas que más les inquietan sobre el puesto de trabajo, te dará la oportunidad de saber qué es importante para ellos.
En tus respuestas sé sincero y explícales cómo será realmente su trabajo dentro de la empresa para ver si encajan con vosotros o no.
Con todo esto, conseguirás mejorar tus procesos de selección y detectar con más seguridad el talento que tu negocio necesita para ser exitoso.