El 62% de las compañías considera el employer branding como una prioridad empresarial, según el estudio 2020 Outlook: The Future Of Employer Branding de Universum, en el que han participado 2.500 profesionales de 18 países.
Hacer de la empresa un lugar ‘deseado’ por el capital humano es esencial para atraer y retener el talento, mejorando la competitividad y los resultados de la organización. De ahí que la construcción de una imagen de marca como empleador haya pasado a la agenda diaria de los departamentos de Recursos Humanos. De hecho, casi seis de cada diez organizaciones afirman que destinaron el pasado año un mayor presupuesto en esta estrategia, según el informe antes citado.
Este término surgió en la década de los 60 en Estados Unidos, aunque no ha sido hasta este siglo cuando su importancia se ha asentado en el sector empresarial. Si las compañías no escatiman esfuerzos para llegar a los consumidores, ¿por qué no hacer lo mismo para captar el talento laboral?
El employer branding es una técnica de marketing dirigida a transmitir dentro y fuera de la organización los valores y características que la definen como empleadora y le permite diferenciarse de otras compañías y obtener una ventaja competitiva dentro de la pugna por contratar a los mejores profesionales.
En este sentido, no debemos olvidar los problemas de reclutamiento que sufren en la actualidad las organizaciones. Según el estudio Global Skills Index 2016 de Hays, el sector empresarial tiene serias dificultades para contratar y retener a trabajadores cualificados, a pesar de las altas cifras de desempleo registradas en las últimas décadas. “A medida que la economía mundial se recupera lentamente, las empresas todavía están luchando para encontrar el talento que necesitan”, subraya el informe.
Como señala el doctor John Sullivan en “The 8 Elements of a Successful Employment Brand, el employer branding es “una estrategia a largo plazo dirigida a gestionar el conocimiento y las percepciones de los empleados -actuales y potenciales- acerca de una empresa en particular”.
Así, de acuerdo con Francisco Blasco, Susana Fernández Lores y Almudena Rodríguez Tarodo en Employer branding: estudio multinacional sobre la construcción de la marca del empleador, “la marca del empleador se basa en la aplicación de conceptos de marketing para destacar el posicionamiento de una empresa como empleador. Su intención es la misma que la de una marca comercial: atraer nuevos clientes manteniendo los actuales. La diferencia estriba en el “cliente”, que aquí es el “empleado, actual y/o potencial”.
El objetivo principal del employer branding es atraer a los mejores perfiles a la empresa, pero además, si ponemos en práctica esta técnica, la compañía también se beneficiará de las siguientes ventajas:
En definitiva, el employer branding redundará en una notable mejora de los resultados empresariales, hasta el punto de que, según el informe The secret sauce of top companies: Aligning your consumer brand and your talent brand, de Linkedin y Lippincott, el valor de las acciones de las compañías estudiadas se disparó un 36% con una estrategia adecuada.