La conciliación SMAC por despido improcedente es una de las vías que se abren ante el trabajador que acaba de recibir la noticia de finalización de su contrato. Es la alternativa a la vía judicial, una opción adecuada para quien busca llegar a un acuerdo con la empresa, en vez de poner una demanda.
Hay ocasiones en que la empresa despide a un empleado reconociendo, en ese mismo momento, la improcedencia de su decisión. Asume, por tanto, que deberá, bien readmitirle pagando los salarios de tramitación, bien indemnizarle.
La segunda opción es la que suelen tomar las empresas, llegados a este punto. Aunque, puede ser que el trabajador no esté de acuerdo y prefiera recuperar su puesto. En ese caso, el camino a seguir es la conciliación SMAC por despido improcedente.
Con el acrónimo SMAC se hace referencia al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación. Allí, se iniciará un trámite en el que el objetivo es pactar:
La relación entre el empleado y la empresa dará por finalizada en ese momento, cuando ambas partes pacten las condiciones de lo que consideran un acuerdo satisfactorio. Pero ¿qué había sucedido en el lugar de trabajo para llegar a este punto? ¿Cómo evolucionó la relación entre trabajador y empleador?
Motivación y despido en la empresa son dos conceptos que suelen estar relacionados, aunque, en realidad, más que la motivación es la falta de ella. Cuando se produce esta ausencia se nota en que desciende la productividad y también lo hace el compromiso. El trabajador rinde menos porque no encuentra una razón para seguir luchando por esos objetivos de negocio que ya no considera tan suyos. El vínculo entre la organización y el empleado se debilita y, como consecuencia pueden producirse retrasos, faltas injustificadas, conflictos en el lugar de trabajo y otros problemas que, al final, podrían llevar al empleador a plantearse el despido como solución.
Sin embargo, es posible evitar el encuentro con el trabajador en la conciliación SMAC por despido improcedente.
La forma de lograrlo es tomando el pulso a su motivación, comprobando que su carga de trabajo es la adecuada, que está satisfecho con sus planes de carrera y se siente a gusto en su equipo.
La empresa debe fomentar una cultura de participación y confianza, donde cada empleado se sienta valorado. De esta forma se fortalece el vínculo que les une. Una de las formas de conseguirlo es mediante la flexibilidad.
Existen muchas maneras de promover la flexibilidad en la organización, como, por ejemplo:
En este último caso, se tienen en cuenta las necesidades cambiantes del empleado, por lo que resulta una solución muy recomendable para todo tipo de plantillas, en cualquier modelo de empresa.