Ser más proactivo en el trabajo es un reto personal y una de las cualidades más demandadas por las empresas. Te contamos qué significa ser una persona proactiva y cómo potenciarlo para hacer tu perfil profesional aún más atractivo en el mercado laboral actual.
Hoy en día las empresas buscan para sus plantillas empleados de perfil emprendedor, con ideas, sin miedo a tomar iniciativas. Es por ello que los responsables de RRHH cada vez valoran más un rasgo característico de los mejores profesionales: la proactividad.
Pero, ¿qué significa ser proactivo en el trabajo y cómo podemos potenciar esta característica? Lo vemos a continuación.
Ser una persona proactiva significa tomar la iniciativa y el control de las cosas. Es ser enemigo de la procrastinación y no esperar a que las respuestas vengan sin más, sino que sale a buscarlas.
Ser más proactivo en el trabajo es un objetivo alcanzable que significa estar muy comprometido con la empresa y sus metas, estar pendiente siempre de los resultados obtenidos y de cómo mejorarlos. Es ser observador, pero nunca pasivo. Ser proactivo es tener una actitud ante la vida que reporta beneficios, tanto en lo personal como en lo profesional.
Tener una visión de futuro es importante para anticiparse a los problemas. Esto te permitirá afrontar los desafíos con lógica e inteligencia. Esta visión de futuro también te ayudará a dominar tus inseguridades y tomar el control de situaciones antes de convertirse en problemas.
Valora de dónde vienes, dónde estás y dónde quieres llegar. Esto te ayudará a tomar las decisiones con orden y sentido. Sin duda, ésta es la mejor opción que tienes para obtener el éxito deseado.
No dejes de participar e involucrarte en tu trabajo y en tu vida personal. Tomar iniciativas es, de lejos, la mejor cualidad de una persona proactiva.
Hay dos tipos de empleados en el lugar de trabajo; las personas proactivas y las personas reactivas. Las personas que planean con anticipación y las personas que siempre están un paso atrás.
Los empleados reactivos son empleados que harán solo lo que sea estrictamente necesario. Este tipo de perfiles, generalmente, no comenzarán las tareas o proyectos con anticipación y, por lo tanto, pueden terminar retrasándose, algo que puede suceder con frecuencia.
Ser proactivo en el trabajo es hacer más de lo necesario e incluso antes de la fecha límite para salir adelante. Este tipo de empleados disfrutan de algunos beneficios, derivados de su actitud, como:
Cuando se logra ser más proactivo en el trabajo, no caben dudas acerca de lo que hay por delante los próximos días. Por lo general, las tareas están completadas de antemano y eso mejor la reputación en la oficina. Los compañeros y superiores consideran que este tipo de empleados son valiosos y confiables, ya que siempre completan sus quehaceres a tiempo.
Saber que las tareas y proyectos pueden ser lanzados en cualquier momento del día o la semana y que pueden gestionarse porque se está preparado aporta una sensación de tranquilidad que hace que el trabajo sea mucho más agradable.
¿Controlas su carga de trabajo en lugar de dejar que ella te controle a ti? ¿Has probado algún sentimiento más satisfactorio que ese? Un empleado que llega a ser proactivo en el trabajo está más relajado, libre de estrés y, en general, reciben valoraciones más positivas por su labor.