Si estás pensando en pedir un aumento de sueldo, es importante que tengas en cuenta una serie de factores que pueden condicionar la respuesta que recibas. En este artículo te contamos 10 claves que debes tener en cuenta antes de hacerlo.
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de plantearnos pedir un aumento de sueldo es cuál es la situación que atraviesa actualmente tu compañía. ¿Está en un buen o en un mal momento financiero? ¿Existe una posibilidad cercana de crecimiento o inversión de capital externo? Debes tener en cuenta que, por mucho que te merezcas ese aumento, si la empresa no pasa por un periodo de bonanza o crecimiento, no será el momento más adecuado. Sin embargo, si está en un buen momento, será una buena idea aprovechar la oportunidad.
¿Cuánto tiempo llevas? ¿Han variado las funciones por las que fuiste contratado? ¿Han aumentado tus responsabilidades desde que comenzaste? ¿Coordinas un equipo o sigues trabajando bajo supervisión de un superior? Estos factores son importantes a la hora de plantear el aumento, por lo que debes tener claros qué argumentos puedes esgrimir a favor de que te lo concedan.
Haz una investigación previa sobre el sueldo medio para las personas de tu rango salarial si lo desconoces. Debes moverte en unas cifras realistas y acordes con tus responsabilidades, así como respecto a la oferta del mercado. Haz un análisis detallado y estudia previamente la situación actual del mercado laboral y de la competencia.
El momento de preparar los presupuestos anuales suele ser adecuado. Si puedes averiguarlo, y lo pides antes de que cierren dichos presupuestos, tu aumento podría incluirse en la planificación anual de tu empresa.
Debes solicitar una reunión formal. Elige el momento adecuado y pídela con antelación para poder preparar tus argumentos con calma. Ten en cuenta el momento del día en el que esa persona está menos ocupada, ya que tendrás más posibilidades de tener éxito en la petición. No hay nada peor que elegir un momento inadecuado, porque el estado de ánimo de tu interlocutor es crucial.
Ante todo, agradece la oportunidad de la reunión. Comienza resaltando los valores de la empresa y los aspectos positivos de formar parte del equipo. Hazlo con sinceridad. Expón tu situación laboral actual, pero nunca desde un punto de vista negativo. Es esencial que cuides tanto tu lenguaje verbal como el no verbal. La conexión con el interlocutor es importantísima. Plantea una cantidad o un porcentaje concreto. Ante todo no te muestres dubitativo.
El paso más difícil es plantear el aumento de suelo. Ahora, debes escuchar la respuesta. Debes estar preparado para una negativa o para una contraoferta. Agradece el tiempo prestado, valora la oferta y piensa tu respuesta. Es muy importante recordar que la respuesta no tiene por qué ser inmediata. De hecho puede que la respuesta se alargue en el tiempo. No cejes en tu empeño, pero sé sutil. Recuerda al responsable pasado un tiempo prudencial que esperas su respuesta.
Si tu jefe o el responsable de recursos humanos te ofrece una cifra inferior a la que te habías planteado, o creías que te ofrecería es la hora de negociar, no te desanimes. Todo es negociable. Además, no solo se trata de negociar los salarios, puedes hacerlo con los días de vacaciones, las opciones de seguros o beneficios sociales para empleados, mejorar la conciliación familiar y laboral, etc. Explora las formas más adecuadas a tus propias necesidades. A veces, un aumento de salario directo es más difícil de conceder que mejorar las condiciones laborales sin que ello implique cobrar menos.
No amenaces con salir de la empresa ni plantees que tienes contraofertas si no es verdad. No es una buena estrategia. Si realmente tienes una contraoferta valora cómo puedes utilizarla a tu favor sin que tu interlocutor se sienta “amenazado”. Tú ya has planteado tu petición. Si conocen tus cualidades profesionales y tu deseo de un aumento de suelo, seguro que valoran la posibilidad de que te marches si no obtienes lo que deseas. Agradece el tiempo prestado y sé elegante. Recuerda siempre que sigues trabajando en la empresa hasta que decidas lo contrario.
No debes hacerlo público. Agradece la confianza a la persona que te ha concedido el aumento y no facilites comparaciones, malentendidos o una ola de nuevas peticiones de aumento de sueldo por parte de tus compañeros. Cada trabajador debe pensar en su salario y decidir en qué momento y cómo negociar su propia subida de salario. En este sentido, la discreción es un factor fundamental que debe ser tenido en cuenta.
Plantearse pedir un aumento de sueldo puede ocasionar estrés al trabajador, pero todos los empleados tienen derecho a hacerlo si consideran que se lo merecen. Siempre que la comunicación sea fluida, la petición lógica y la actitud (tanto del empleado como del jefe o responsable de recursos humanos) abierta y dialogante, supondrá un punto de crecimiento y de resolución tanto a nivel profesional como personal.