¿Sabes cómo gestionar personas tóxicas en el trabajo? Una persona tóxica, por lo general, agota la energía de la gente que se encuentra a su alrededor. Convivir laboralmente con alguien así es un problema, ya que provocan diversos conflictos.
Cuando te encuentras con personas tóxicas en el ámbito laboral, tu trabajo se hace cuesta arriba y puede cambiar hasta tu forma de ser. En las siguientes líneas te ayudamos a descubrir a este tipo de individuos y te damos las claves para gestiona personas tóxicas en el trabajo.
Hay diversos comportamientos que se salen de la norma. Estos enturbian el ambiente de trabajo. Lo hacen cada vez más irrespirable. Un empleado es tóxico en el trabajo cuando:
Cuando en un equipo de trabajo existe una persona tóxica o negativa, la productividad baja. Los ánimos en el equipo decaen. Además, los compañeros se sienten incómodos con su presencia, ya que siempre son cuestionados. A la hora de salir del trabajo, es habitual que los compañeros de una persona tóxica salgan enfadados o cansados.
Tras haber tratado con él, te sientes triste o culpable por alguna razón. Es normal sentirse vulnerable e inseguro y preguntarse si somos buenos en nuestro trabajo o no. En los casos más extremos, se puede sufrir hasta ansiedad. En el trato con el cliente, el empleado es brusco, impertinente y, en muchos casos, inapropiado.
Puede ser que haya un compañero que sea bueno en lo que hace, pero entorpezca el buen ambiente laboral. Si su actitud es constante lo mejor es seguir estos pasos:
Cuanto más ignores una actitud tóxica, más crecerá. Si el compañero aporta cosas valiosas a la empresa, debes tratar de solucionarlo. En estos casos, atajar el problema con rapidez es esencial. Ponerlo en conocimiento de tus compañeros, de tu jefe o responsable es el primer paso. Establecer límites también es importante. Si existen conductas por su parte sobre tu trabajo, comunícale cuáles son tus valores y prioridades. La comunicación es clave.
Debemos hacer ver a la otra persona cómo nos sentimos con las cosas que hace. Que vea que su actitud tiene consecuencias negativas y que estas afectan a sus compañeros. Si el compañero ve que sus conductas hacen daño o dificultan el trabajo de los demás, quizá tome otra posición.
Debes creer en ti. Como se ha indicado antes, los compañeros tóxicos tienden a minusvalorar a sus colegas. Ten el control de tus emociones. Mantén tu autoestima fuerte. Para ello, es necesario ser positivo.
El bien común y tus objetivos laborales son lo más importante. Ayudar a tus compañeros y comprometerte con tus labores te hará estar más centrado.
Tómate un respiro del trabajo sin esa persona tóxica. Compartir un café con otros compañeros o tomar el aire son buenos planes. A la hora de salir del trabajo, recuerda que el ejercicio físico es beneficioso. Relacionarse con otras personas fuera del ámbito laboral también ayuda a desconectar.
Si la actitud negativa del compañero prosigue, recuerda que tus principios y valores no son negociables. Mantener la calma y no dejar que nos influya su actitud son los mejores consejos.
Lo primero es tener en cuenta que, incluso, las buenas personas pueden caer en malos hábitos. Tienen buenas intenciones, pero si, cuando rompen la confianza o actúan negativamente, obtienen lo que quieren, entonces repiten el comportamiento. Con el tiempo, alguien que debería ser un buen trabajador se convierte en una persona tóxica.
Como líder, es conveniente saber cuándo intervenir y cómo gestionar personas tóxicas. Algunas recomendaciones que puedes aplicar hoy mismo si te ves en esta situación son:
Soluciones como Ticket Restaurant o Ticket Guardería te ayudan a alcanzar tus metas y reducen la conflictividad laboral. ¿Por qué centrarte en buscar formas de gestionar personas tóxicas en el trabajo cuando puedes encontrar la manera de que no aparezcan?
Presta atención a las personas positivas que quieren mejorar dentro de tu equipo, apóyalas y demuéstrales que sus valores y los de la empresa están alineados. Si quieres un buen consejo, apuesta por la flexibilidad.