Compañías como Google o BCG se sitúan a la cabeza de las mejores empresas para trabajar a nivel global. ¿Por qué? La respuesta está en la motivación de sus empleados. Algo muy relacionado con la jerarquía de las necesidades personales o también conocida como la célebre Pirámide de Maslow.
Si quieres saber qué es la Pirámide de Maslow y cómo puede influir en la motivación de los empleados de tu compañía sigue leyendo y te lo contamos.
El campo de la psicología orientada a la empresa ha sido muy útil desde la segunda mitad del siglo XX. Durante este período se han desarrollado interesantes teorías que han ayudado a que los empleados encuentren motivos para seguir esforzándose y sacar el máximo rendimiento de su trabajo.
La Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades, es una teoría propuesta por Abraham Maslow. Según esta teoría, las necesidades del ser humano se disponen de forma jerárquica, debiendo satisfacer primero las necesidades básicas.
Y, a continuación, ir ascendiendo progresivamente según el grado de urgencia para la satisfacción y autorrealización del individuo.
Esta pirámide está dividida en 5 niveles que agrupan las necesidades humanas según la urgencia que representan a la hora de ser satisfechas.
Son las necesidades más básicas que cualquier ser humano necesita para mantenerse con vida. Son vitales para la supervivencia. Entre ellas encontramos la necesidad de alimento, de agua, de dormir y refugio.
Estas son las necesidades primarias, por lo que el resto de las necesidades que encontramos en la pirámide no serán en ningún caso posibles si no se cubren previamente estas necesidad del primer nivel.
Cubrir este tipo de necesidades también son necesarias para vivir, pese a que se encuentren a otro nivel que las primarias. La seguridad física, la capacidad de generar ingresos y recursos, así como la salud, son algunas de las necesidades que deberemos cumplir en este segundo nivel.
Según Maslow, estas necesidades solo tienen sentido una vez cubiertas las necesidades de los niveles anteriores. El amor, la vida en sociedad, el sentido de pertenencia a un grupo social o la amistad son algunos ejemplos de las necesidades humanas que se situarían en este tercer nivel.
La autoestima es una necesidad que, como ser humano, perseguiremos cubrir. Por ello, el reconocimiento dentro de la comunidad o los distintos grupos sociales con los que se interactúa constituyen otro nivel de necesidades humanas según la Pirámide de Maslow.
Si no es así, nos sentiremos inferiores al resto y, por lo tanto, no estaremos cubriendo este nivel de necesidad. La reputación, la competencia, la independencia y la libertad forman parte de las necesidades que buscamos cubrir en este nivel.
Finalmente, en el nivel más alto, se encuentra la necesidad de autorrealizarse. Comprender la razón de ser de cada individuo es, con seguridad, una de las necesidades más difíciles de alcanzar.
Esto conlleva el desarrollo de las necesidades más internas, como la moralidad y la búsqueda de una misión en la vida. Se trata del nivel de necesidades más elevado, y que solo puede satisfacerse plenamente cuando se han satisfecho los niveles previos.
Una vez que sabemos qué es la Pirámide de Maslow, estamos en condiciones de aplicarla en nuestra empresa respecto a los trabajadores. Conocer y entender la teoría de las necesidades te permitirá aplicarla para aumentar la motivación de tus empleados.
Como se ha explicado, los distintos niveles de la pirámide permiten que el individuo se desarrolle gradualmente hasta alcanzar su máximo crecimiento y desarrollo personal a través de la autorrealización propia del quinto nivel. Sin embargo, este último nivel solo puede alcanzarse una vez que se han satisfecho los niveles previos.
En este sentido, es indispensable que la compañía, al ser la fuente de ingresos de los trabajadores, ofrezca un salario y unos beneficios sociales que garanticen que las necesidades de los primeros niveles de la Pirámide de Maslow pueden ser plenamente satisfechos por los empleados.
Asimismo, también es necesario tener en cuenta las necesidades sociales (por ejemplo, teniendo en cuenta el espacio y ambiente de trabajo), así como las necesidades de reconocimiento y autorrealización (incluyendo la esfera de la vida profesional como elemento esencial de las mismas).
De esta forma, se garantiza que la empresa constituya un elemento de crecimiento para los empleados, lo que, además de asegurar la retención del talento, también permitirá que la propia compañía se desarrolle desde la perspectiva humana y social.