¿Qué es la estructura financiera? ¿Es lo mismo estructura financiera que estructura económica? ¿Cómo se clasifica desde el punto de vista de las fuentes de financiación? Las respuestas a estas y otras interesantes cuestiones en el artículo de hoy. ¡Adelante, empieza a leer!
Podemos definir a la estructura financiera de una empresa como aquel conjunto de recursos financieros que los socios o accionistas de esa organización han conseguido reunir a fin de crear la estructura económica que les permita poner en marcha la actividad empresarial.
Lo vemos mejor con un ejemplo cotidiano: si pensamos en una empresa como si fuera un gran edificio, su estructura financiera estaría formada por los pilares sobre los que se asienta la edificación. Si esos pilares son sólidos, estables y están construidos con material de buena calidad, el edificio se elevará sin grietas ni averías y, además, los arquitectos podrán seguir construyendo nuevos pisos o mejorar los ya construidos. El símil es sencillo de entender: una empresa con una sólida estructura financiera, con unos sólidos pilares, tendrá más posibilidades de librarse de grietas o quiebras financieras. Además podrá seguir creciendo y expandiéndose o, si así lo deciden sus administradores, mejorar la infraestructura para ofrecer más y mejores servicios a su comunidad local, encontrar nuevos clientes, afianzar a sus clientes cautivos, mejorar las condiciones salariales de sus empleados con nuevas fórmulas de retribución flexible, etc.
Algunos nuevos empresarios confunden la estructura financiera con la estructura económica y son conceptos diferentes. Vamos a intentar aclararlo:
Una forma clásica con la que los economistas clasifican la estructura financiera de una empresa es fijándose en las distintas fuentes de financiación a las que recurren los empresarios para crear la futura estructura económica que soporte su actividad empresarial. Esas fuentes de financiación pueden ser muy variadas, pero las más habituales serían las siguientes:
Las fuentes de financiación interna también reciben el nombre de autofinanciación o financiación propia. En este caso los recursos financieros con los que se adquieren los activos pertenecen al socio o socios que montan la empresa
Las fuentes de financiación externa pueden ser propias o ajenas. Las fuentes propias serían, por ejemplo, los créditos personales solicitados por los socios para crear la empresa. Las fuentes ajenas serían, por ejemplo, los créditos y los préstamos solicitados por la propia empresa (no por personas físicas), el leasing, el factoring, etc.
Es decir, una empresa puede crear su estructura financiera de dos formas que, además, suelen ser complementarias:
¿De qué depende que una empresa decida crear su estructura financiera con fondos propios o con fondos prestados? De muchas variables como, por ejemplo:
Otra forma teórica de clasificar la estructura financiera de una empresa es fijándonos en el tipo de cuentas que la conforman. En ese sentido, la estructura financiera estaría formada por dos grandes grupos de recursos: los Permanentes y el Pasivo Corriente.