Al hablar de desarrollo directivo se está haciendo referencia a un conjunto de herramientas que permiten mejorar la capacidad de liderazgo y, en consecuencia, de resolución de los problemas y necesidades que tienen lugar en un entorno laboral, y especialmente en el entorno de la empresa. La importancia del desarrollo directivo es fundamental, ya que muchas personas en puestos de responsabilidad no consiguen llevar a cabo su labor de la forma más eficiente posible, lo que podría solucionarse con este tipo de herramientas, mejorando los resultados propios, de los distintos equipos a su cargo, y de la empresa en términos generales.
El desarrollo directivo está formado por el conjunto de herramientas que permiten a las personas que ocupan puestos de dirección continuar con su labor de crecimiento y desarrollo, dotándolas de las aptitudes y conocimientos propios y necesarios para este tipo de puestos en una empresa. En este sentido, toda formación orientada a la mejora y desarrollo de los directivos entraría dentro del concepto de desarrollo directivo. Sin embargo, estas habilidades suelen dividirse en dos tipos generales:
Son las habilidades más fáciles de cuantificar, ya que se entroncan dentro de los conocimientos propios del mundo empresarial, tales como pueden ser conocimientos generales de economía, capacidad de organización, contabilidad, etc.
Al hablar de habilidades de liderazgo se hace referencia al conjunto de habilidades que se catalogan como habilidades interpersonales. Este tipo de habilidades son más difíciles de contabilizar. Sin embargo, se trata de un conjunto de habilidades fundamentales en el desarrollo directivo, ya que capacitan a la persona para la gestión eficiente de elementos como los conflictos interpersonales en el sector de la empresa, la gestión de las necesidades concretas de personal a su cargo, así como el desarrollo de capacidades empáticas y de negociación.
Las importancia del desarrollo directivo radica en el hecho de que capacita a los puestos de responsabilidad para la gestión de procesos y necesidades habituales de su rango. De esta forma, la resolución de las acciones, así como la toma de decisiones resultan mucho más rápidas, pero al mismo tiempo efectivas. En su conjunto, se trata de formar a los profesionales que ocupan puestos de dirección o responsabilidad y dotarlos de las capacidades y herramientas necesarias para su labor profesional diaria, lo que constituye una inversión en talento para la empresa.
Existen diferentes maneras de implementar el desarrollo directivo en una empresa. En todos los casos, es necesario realizarlo mediante un seguimiento continuado y progresivo de aquellas personas implicadas y, además, también debe hacerse con una perspectiva lo suficientemente amplia como para que las competencias desarrolladas sean útiles tanto en casos concretos como en situaciones no previstas.
Algunas de las herramientas más comunes que se suelen utilizan en el desarrollo directivo son las siguientes: